Ingredientes:
Para dos personas
- La pasta que se desee (yo he usado lazos de colores)
- 1 cebolla
- Una bandeja de champiñones frescos (enteros o a tiras)
- Crema de leche
- Queso rallado
- Mantequilla
- Un muslo de pato confitado (de venta en el súper, en paquetes individuales, aunque yo recomiendo ir a los Pyrénées, en Andorra, donde encontraréis latas con cuatro muslos con una oferta de 3x2)
Preparación:
Cortamos la cebolla a juliana, salamos, la ponemos a pochar en la sartén.
Mientras tanto, ponemos la pasta a cocer en agua hirviendo con sal y metemos el muslo de pato en un recipiente adecuado para microondas y, a potencia máxima, lo dejamos un par de minutos, para que se disuelva la grasa que lo cubre. Una vez calentado, lo desmenuzamos.
Cuando la cebolla está casi hecha, añadimos los champiñones cortados a láminas, salamos, y subimos un poco la potencia de cocción. Cuando ya estén hechos, añadimos el pato y un chorro de nata líquida y acabamos de calentar la mezcla.
Untamos una bandeja de horno con mantequilla y escurrimos la pasta en un colador. Acto seguido, en el mismo cazo donde hemos hecho la pasta, añadimos el resto de ingredientes, volvemos a meter la pasta y mezclamos bien. Extendemos el contenido en la bandeja de horno, cubrimos con queso rallado al gusto y repartimos unos trocitos de mantequilla (básicamente, para que el gratinado quede más vistoso).
Gratinamos unos 5-10 minutos hasta que coja el aspecto deseado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario